viernes, 14 de junio de 2019

Malaherba



Manuel Jabois se adentra en la infancia de una manera entrañable: a través de los ojos de Tambu, un niño de 10 años que se ve obligado a crecer entre deberes y tardes de juego de ordenador, clicks, y cuartos oscuros, en casa su vecino (y compañero de clase) Elvis. A su lado, Tambu irá disfrutando de lo que significa crecer cuando todos los demás son mayores. A su lado, irá descubriendo que existen palabras como "porro", "paja" o "tener el mono" cuyo significado los demás ocultan,  "porque crecer es también ir descurbiendo el significado de las palabras que suenan mal". 

La novela me ha gustado mucho. Tiene un estilo que facilita una lectura rápida, con muchos toques de humor. Esto, no obstante, juega a veces en su contra al hacer que en algunas partes cojee la historia (el humor ha de ser un recurso que complemente la historia, nunca algo que se sobreponga a la situación que se describe). A mi juicio, sería una novela de 10 si se hubiesen cuidado esos detalles. Aún así, merece un notable alto. ¡Yo pienso recomendarla!

lunes, 3 de junio de 2019

Berta Isla



Berta Isla se enamora joven de Tomás Nevison. Sabe que están destinados el uno al otro. Es un sentimiento recíproco así que ambos acabarán casándose a los pocos años de acabar el Instituto. Tomás, de padre británico y con una enorme habilidad para imitar voces, se marcha durante un tiempo a Oxford para complementar su educación bajo la tutela de Peter Wheeler. Allí se verá envuelto en un suceso que puede llevarle a la cárcel. La única solución que encuentra es terminar aceptando un trabajo para el servicio secreto británico, que promete  enterrar el asunto a cambio de que Tom trabaje para ellos como espía o infiltrado, desplegando sus habilidades linguísticas, siendo quien no se es, viviendo vidas que no son la suya (¿Podemos acaso elegir nuestro destino?)

Tendrá Berta Isla entones que acostumbrarse a las ausencias de Tomás y a sus largos silencios. "No estoy autorizado a contarte nada". Pero mientra se espera puede imaginar. Y, después de todo, todos somos secretos para los otros.

En Berta Isla, Javier Marías vuelve a desplegar su particular forma de escribir. A lo largo del libro resuenan frases y reflexiones que giran entorno a lo que podemos elegir, a las ausencias, a la verdad y lo que se esconde, a lo que no somos y fingimos; todo ello revestido con referencias y apuntes a paisajes de Enrique V, versos de T. S. Eliot o frases de Dickens. 

Grandísima novela de Javier Marías. No tan buena quizás como "Corazón tan blanco" o "Mañana en la batalla piensa en mí" pero, a mi juicio, por delante de "Los enamoramientos" o "Tu rostro mañana" (en la que, por cierto, también aparece el reclutador del MI6,  Peter Wheeler). 

martes, 30 de abril de 2019

Tres maneras de inducir un coma


Federico vive con su madre. Tiene cuarenta años y está desempleado. Una mañana, en la piscina municipal a la que acude regularmente, recibe una llamada telefónica de Natalia Mendoza, que ha visto su anuncio por palabras en un periódico y quiere hacerle un encargo especial. Natalia -otrora Eduardo, pues nació hombre- quiere que Federico investigue las intenciones de su padre -un rico mujeriego habitual del papel cuché- respecto a su testamento ¿Son ciertos esos rumores que apuntan a que Natalia va a quedarse sin heredar la fortuna de su padre simplemente por el hecho de haberse hecho transexual? ¿Tanto ha defraudado a su padre la noticia como para dejarla fuera de su testamento?

Federico, un personaje sin más pretensiones que sobrevivir cada día, inicia sus pesquisas en un ambiente que recuerda las novelas más "detectivescas" de Eduardo Mendoza, con la casualidad, el humor y las situaciones estrambóticas como telón de fondo. La novela, de hecho, puede entenderse como un claro guiño a las novelas del personaje sin nombre de Eduardo Mendoza ("El laberinto de las aceitunas", "El misterio de la cripta embrujada", "El enredo de la bolsa y la vida"...), si bien la relación de Federico con su madre o la estructura del libro -capítulos cortos, presentados a modo de escenas, con cambios de voces en momentos puntuales- dan cierta frescura a la obra respecto a las de Eduardo Mendoza. Así que si alguien en España temía por el legado del escritor catalán que no desespere: Alba Carballal (Lugo, 1992) parece una digna sucesora para recoger el testigo de ese humor surrealista y absurdo. Ojalá vengan otras.




domingo, 1 de septiembre de 2013

Las leyes de la frontera


Me ha gustado "Las leyes de la frontera" de Javier Cerca. Y me ha gustado por varias cosas. Pero aunque antes de describirlas, empezaré a hablar de la historia:

-¿Comenzamos?

Así empieza la novela. Un escritor recibe el encargo de de reconstruir la historia de El Zarco, y comienza para ello una serie de entrevistas con amigos y conocidos del mito. El Zarco fue una leyenda en la España de los 80, donde los tirones en la calle se unían a la droga. A través de entrevistas con dos viejos amigos del Zarco y el policía encargado del caso, Cercas -por medio de su personaje- nos va acercando a la realidad, a la historia de miedos, temores y amores que rodeaba al mito

Pero en esta novela, Cercas nos lleva más allá: nos hace reflexionar sobre lo que significa la frontera: la frontera entre el bien y el mal, la frontera de la casualidad y la suerte, la frontera que divide a quienes tienen o no posibilidades de rehabilitarse. Y lo hace para concluir con una idea gloriosa (que digo porque no destripa el libro) que, al final, nunca sabremos la verdad de lo que ocurrió, porque todos tenemos trozos de la historia. 


Lo último que lei de Cercas fue La velocidad de la luz. Después de Soldados de Salamina, este relato me decepcionó. Aunque me entretuvo el libro y seguía enamorado del estilo en primera persona, no logré entusiasmarme con ningún otro libro de Cercas. En Las leyes de la frontera, retomo la lectura de Javier Cercas y elevo su figura a la de uno de los escritores más influyentes en España, por su libro y su prosa. 

Esta vez nos presenta un libro dinámico y bien escrito, muy recomendable. 

lunes, 26 de agosto de 2013

Dejadme Marchar

Llega a libropina esta opinión de José, que queremos compartir con vosotros:

Autora: Begoña Peñamaría Marcos
Editoral: Ineditor Grupo Towers
Páginas: 132 páginas


Me gustaría que os hicieseis eco de la existencia de un libro llamado "Dejadme Marchar". Su autora, la gallega Begoña Peñamaría, ha conseguido con gran mérito que su libro fuera publicado por una editorial tradicional (Inéditor). Hace pocas semanas que está en la calle y está teniendo una magnífica acogida por su enorme calidad literaria. No en vano, aquí en Galicia son constantes sus apariciones en medios de comunicación.

El relato narra la historia de su hermano Sergio en primera persona. Este enferma de cáncer terminal. El libro te atrapa, te pones en la piel del protagonista, te hace valorar las cosas pequeñas de la vida y puede ayudar, y mucho, a aquellos que están atravesando o lo han hecho por una experiencia similar. Relato de fe, lucha, esperanza y, sobre todo, de un enorme amor.


sábado, 16 de febrero de 2013

El bolígrafo de gel verde

No sé cómo he terminado leyendo El bolígrafo de gel verde. Creo que leí una entrevista de Alberto Olmos en Qué leer y en ella hablaba de Eloy moreno como promesa de las letras hispanas. Pero quizás me equivoque no sé...

El caso es que El bolígrafo de gel verde es el primer libro de Eloy Moreno. En él un protagonista treintañero nos cuenta, en primera persona, uva vida que transcurre en apenas 445 metros cuadrados: los que van de su casa a la casa de sus padres (donde deja cada mañana a su hijo Carlitos) a la oficina (donde comparte secretos con su compañera Sara y otros momentos del día a día con el resto de compañeros), para terminar volviendo de nuevo a casa, (donde la esperan su hijo y su mujer: Rebe, una chica de la que estuvo muy enamorado pero con la que ha acabado estancándose en la cotidianidad). El protagonista desea cambiar de vida. Dejar la empresa liderada por un antiguo amigo que dio un braguetazo. Reenamorarse de Rebe. No vivir siempre en día de la marmoma. Buscar un nuevo giro a los acontecimientos que lo saquen de la monotonía. Una monotonía que, dicho sea de paso, Eloy Moreno sabe transmitir perfectamente con páginas y páginas que llegan a hastiar al lector, aburrido de leer siempre lo mismo: un deseo que no levanta, un futuro que no llega, una promesa de un cambio que no arranca...

Al final las cosas se precipitan y el protagonista termina dejando ese estilo de vida que lo asfixia pero, como la contraportada anuncia: "pagó un precio demasiado alto". Porque con su marcha deja atrás demasiado dolor, demasiada confusión, demasiados malentendidos, demasiados sentimientos hechos añicos...

Aunque reconozco que el libro me ha aburrido en algunos momentos, y el estilo se hacía desesperante (odio que traten al lector de idiota y que le explique cosas que se ven obvias, como odio que se aplace tanto el transcurso de los acontecimientos) es cierto que en otros momentos la trama me hacía reengancharte con facilidad y deseaba ver qué deparaba la siguiente página. De hecho, lo he pasado muy mal leyendo algunos pasajes. He llegado a deprimirme por ver que no cuajasen ni se alineasen los sentimientos de los personajes y me ha hecho volver a mi historia, a mis momentos, tocándome también por dentro...

Hay cosas de este libro que son francamente mejorables. Como digo, es la primera novela y eso se nota, porque hay cosas que un escritor debe pulir con el tiempo. Por eso, en muchos momento she pensado darle al libro una calificación de 2 estrellas (sobre 5); ero también es cierto que no siempre es fácil llegar a tocarme por dentro... así que lo dejo en 3 estrellas y media. Si lo leéis vosotros, ya me diréis vuestra valoración.

miércoles, 9 de enero de 2013

Una mujer sin importancia.

Escritor: Oscar Wilde, 1893.

Primera vez que leo a Oscar Wilde. Y probablemente no será la última porque su obra me ha llevado a la reflexión, con frases muy acertadas (de esas que a uno le gusta subrayar para guardar nota) y con un reparto bastante coral de personajes distintos, que enriquecen la representación con sus pensamientos sobre el mundo y la vida.

La obra teatral fue escrita en 1893 y, aunque no creo que sea lo más representativo de Wilde, diría que es de lo que más me ha gustado en el géenro. La acción transcurre en una campiña inglesa, propiedad de Lady Hunstanton, donde se dan cabida varias mujeres y hombres que conversan (de forma distendida y banal) sobre el papel de la mujer, la sumisión, la relación de pareja y la obediencia. La acción va transcurriendo con idas y venidas de personajes en la escena, hasta que aparece en la obra el personaje de Lord Illingworth, un apuesto viva-la-vida prepotente (al menos a mí me lo parece) que es admirado por todas las mujeres de la casa por su carácter despreocupado. Entre las conversacioens que se cruzan en la casa, nos enteramos que el Lord que ha ofrecido al joven Gerald Arbuthnot el papel de secretario personal. Gerald comunica su decisión de aceptar el cargo a su madre, Rachel, una mujer poco dada a reuniones que sin embargo a decidido aceptar la invitación de Lady Hunstanton y participa de la reunión hacia mediados de obra. Sin embargo, pronto sabremos que lo que lleva a Rachel a la casa de Lady Hunstanton no es la invitación de esta, sino la presencia de quien ha ofrecido un trabajo a su hijo, Lord Illingworth, a quien parece conocer de antes... 

A mí la obra me hizo reflexionar sobre el papel del pasado, del olvido, del perdón, de los distintos tipos de vida... No sé si porque me ha pillado en un momento personal muy relacionado con la temática o porque es realmente una buena obra, recomendaría esta obra de teatro a los amantes del género y a los no tan amantes, si bien estos últimos podrían perderse un poco al principio con la variedad de personajes que entran y salen de escena.