jueves, 21 de agosto de 2008

Los que esperan



Autor: Miguel Torres López de Uralde
DVD Ediciones. Narrativa.
XI Premio novela Juan Pablo Forner, 2008.

Colección los 5 elementos, 53.
Número páginas: 208



"Lo que voy acontar en las proximas seis o siete páginas se lo oi a un hombre de 78 años en la sala de espera del Hospital Regional Carlos Haya de Málaga. Lo que sigue más alla es mi propia historia, también la del hombre que he mencionado y la de algunas otras personas."

Así comienza "Los que esperan", novela del escritor malagueño Miguel Torres López de Uralde, quien en la presentación de su libro el pasado mes de mayo confirmó que ésta historia nacía de una experiencia personal: el momento en que su padre ingresó en coma en el hospital de la capital malagueña.

A partir de ese suceso, el escritor usa la literatura para recrear las vivencias en la sala de espera del hospital, donde conoce a Camacho, un hombre que le inicia en los trámites burocráticos mientras aguarda noticias de su hijo, también en coma (después de haber tenido un accidente con su bicicleta).

Y aunque pueda parecer que estos ingredientes son los propicios para hablarnos de la soledad y la muerte, en realidad, no son más que el telón de fondo de una historia entrañable donde Miguel Torres habla, sobre todo, de las relaciones humanas, de la fidelidad y del amor humano. El libro, que a mi juicio no convence al principio de su lectura (para mí, se nota que no es un escritor experimentado y le cuesta entrar en el relato), empieza luego a enmarañarse, tejiendo relaciones humanas de gran profundidad y hacen que su lectura no desmerezca, aunque el final pueda resultar bastante previsible.

Ciertamente, "Los que esperan" nos enseña a ver la vida de otro modo. Se trata de una historia novel, de esas que se agradecen leer en tiempos de best-seller y "pesimismo" sobre el actual panorama narrativo español. Recomendable para quienes gustan de este tipo de libros.

lunes, 4 de agosto de 2008

El lector


Autor: Bernhard Schlink
Título original: Der Vorleser, 1995
Editorial: Compactos Anagrama
Páginas: 203

Bernhard Schlink nació en Bielefeld, Alemania, en 1944 y actualmente ejerce de juez en su país natal. Quizás por eso, este libro hable sobre un juicio. Aunque claro, no se trata de un juicio cualquiera...

La historia, contada en primera persona, relata la vida de Michael Berg, un niño que con 15 años enferma de hepatitis y debe permanecer en casa durante la mayor parte del curso escolar. Un día, mientras regresa del colegio, empieza a sentirse mal y es ayudado por Hanna, vecina de un barrio cercano a la que Michael acudirá agradecido semanas más tardes para llevarle un ramo de flores. Ahí empieza la primera parte del libro, que relata cómo surje entre ambos una relación sentimental que impregnará el resto de páginas de la novela. Michael hace el amor con Hanna y lee libros para ella, que escucha encantada estas lecturas antes de entregarse a Michael.

Aperece entonces en la historia un punto de giro. Hanna desaparece un día de forma repentina y los protagonistas no se encontrarán hasta años más tarde, en un juicio donde Michael acude como estudiante de Derecho. El libro nos hará reflexionar entonces sobre la balanza de la justicia, que sopesa en los extremos dos sentimientos "contrapuestos": comprender y juzgar.

Personalmente, creo que "El lector" es un libro muy recomendable porque, cuando vivimos, no siempre comprendemos el pasado, sino que muchas veces lo juzgamos. Es fácil criticar lo que hemos vivido. Es fácil juzgar lo que ya fue. Pero es díficil tratar de comprender. Por eso, es muy complicado juzgar cuando se comprende y es infinitamente peor entender cómo el pasado nos marca para que el futuro nos juzgue. Esto, que parece un sinsentido, queda perfectamente explicado en "El lector", donde además se habla de la relación de Hanna y Michael a través de los años...

(Opinión de jerrewell)

jueves, 10 de julio de 2008

Next


Autor: Alessandro Baricco.
Título completo: Next. Sobre la globalización y el mundo que viene
Primera edición: Septiembre 2002
Editorial: Anagrama compactos
Páginas: 105

El aburrimiento es un mal que suele visitarme algunos días de verano. Pero, por fortuna, hay ocasiones en que ando lúcido y lo veo venir desde lejos, así que pongo remedio antes de que me invada el tedio veraniego y me pongo a leer algo divertido que me entreteniene. Soy así. La lectura, me salva casi siempre. Lo que pasa es que cuando uno está aburrido no sirve ponerse a leer cualquier cosa. Yo tengo una lista interminable de libros pendientes. Tantos, que se amontonan en la estantería sin orden, esperando a que acuda a ellos. Pero ayer, yo estaba aburrido y con tal desgana andaba, que no me apetecía ponerme con ninguno de mis libros pendientes; así que bajé a la librería que hay debajo de mi casa para comprar algo que me entretuviese.

Descartados los templarios y los libros de más de 400 páginas, me vi con Alessandro Baricco en las manos, un escritor italiano al que conocí en Seda (me encantó ese libro). El plibro se llama Next, igual que una pellícula que por extrañas circunstancias nunca logro ver. Y el primer párrafo de lo que leí prometía mucho. Además, la editorial (Anagrama) me resulta un aval en sí misma y aunque soy poco de mirar el precio, terminó de convencerme que costase menos de 6 euros y que apenas tuviese 100 páginas. Es mi lectura para salvarme del aburrimiento, me dije. Y fue así.

Aunque debo decir que "Next" tiene muy poco de obra maestra, o de libro en sí mismo, pues se trata de tres artículos que Baricco escribió en 2002 para el periódico italiano "La Reppublica". En ellos, reflexiona sobre un tema que (ciertamente) parece estar olvidándose poco a poco sobre todo, después del 11-S). Me refiero a la globalización. Baricco, nos empieza interpelando sobre qué entendemos por globalización. ¿Hay una definición? ¿Sabemos lo que es, o sólo conocemos sus consecuencias? ¿Las positivas? ¿Las negativas? Y así, como quien no quiere la cosa, poco a poco nos conduce a una visión de la globalización que no es más que la suya propia, y lejos de ser ejemplar o excesivamente correcto, Baricco parece poner por escrito sus dudas, lo que sabe y lo que no sabe, lo que nos venden y lo que él se cree, o lo que no nos venden porque no existe si quiera...

Francamente, he pasado un par de horas muy entretenido, leyendo este libro. No sé si cambiará mi idea del mundo, o seré mejor persona a partir de ahora. Pero he pensado por un instante en un tema que casi tenía olvidado y agradezco haber acudido al librero, haber ignorado a los templarios, haber pasado por alto mis lecturas pendientes y haberme salvado de nuevo del aburrimiento con un libro.

PD. Sé que esto no es una reseña y parece más bien un diario personal así que mis disculpas.

viernes, 27 de junio de 2008

Vinieron como golondrinas


Título original: They came like swallows
Autor: William Maxwell
Páginas:
224

Vinieron como golondrinas” fue publicada en 1937 y como el propio Maxwell explicó, la historia viene a ser como una especie de círculo concéntrico expansivo, como los creados cuando tiras una piedra a un estanque; si tiras una segunda piedra, se forma un segundo círculo, y con una más, habrá un tercer círculo expansivo antes de que las aguas del estanque recuperen la calma por la fuerza de la gravedad.
Con un punto de partida autobiográfico, es la historia de una familia americana, donde la madre (Elizabeth) representa el centro del mundo para su marido y sus dos hijos, de 12 y 8 años respectivamente. Es una historia que transcurre en un breve periodo de tiempo, al final de la primera guerra mundial, cuando la conocida como “gripe española” representaba una terrible amenaza para la población norteamericana.
La historia se divide en tres partes o libros, en los que asistimos a la visión que cada uno de los miembros de la familia tiene de la figura de la madre, siempre omnipresente.


LIBRO 1: Bunny, 8 años.
Es el capítulo más largo, en el que se describe la casa, donde conocemos a los miembros de la familia, todo desde la perspectiva de un niño de 8 años, sensible y poseedor de una portentosa imaginación que en un momento determinado, al acudir a cumplir un recado de su madre, ve que la dueña de la tienda “tiene los ojos llenos de matemáticas”. Un niño que, a su edad, comprende que los adultos hablarán con naturalidad en su presencia sólo si creen que no les hace caso; y así, Bunny sabe fingirse entretenido con sus juegos en la alfombra, o dormido en el sofá para escuchar a su madre hablando con la tía Irene. Es así que oye el deseo de su madre de que, cuando muera, no quiere que ninguna otra mujer toque sus cosas, momento en el que algo se quiebra en Bunny.


LIBRO 2: Robert, 12 años.

La gripe deja de ser una amenaza, hace acto de presencia, como algo físico de lo que no se puede huir. Las iglesias se cierran, los niños no van al colegio, ni siquiera salen de casa. Robert se identifica plenamente con su padre en preferencias y aficiones y sin embargo sabe que quien le comprende es su madre. Necesita que se le preste atención; consciente de su impedimento, sueña con que la pierna que perdió en un accidente le crece nuevamente. Rechaza besos y muestras de cariño, o se sube al tejado sin permiso como mera reafirmación de sí mismo. Pero siente que debe cuidar a su madre, que debe protegerla de la enfermedad.


LIBRO 3: James.
Si Elizabeth no está, las cosas quedarán sin hacer. Siente que su vida era todo cuanto ella quería, cuanto ella dispuso para su futuro común.


De principio a fin asistimos a un reposado deslizarse de esta familia hacia lo inevitable; desde Bunny que en algún momento siente un escalofrío, como un presentimiento de que algo irá mal; o Robert, que no puede dejar de pensar en cómo su madre contravino las recomendaciones médicas, cómo siente el peso de la despedida de sus padres que se produce con un solo adiós, sin emoción ni un abrazo. O James, los hechos consumados, cómo da una y mil vueltas al por qué no fueron las cosas de otro modo… si acaso hubieran tomado otro tren para ir a la ciudad donde Elizabeth debía dar a luz a su tercer hijo.
Pero al final el estanque recupera la quietud, todo ira bien. Se produce el orden, cada cosa toma su lugar, cada persona su determinación. Hay una aceptación.
El papel femenino, el eje central de la familia será adoptado por otra mujer, la tía Irene, que renuncia a sus propias equivocaciones para educar a los niños como la madre, Elizabeth, querría que fueran educados.
Al terminar la lectura de esta historia sencilla, entrañable, y cerrar el libro, lo dijo Martín Piedra, sientes como si William Maxwell nos hubiera acariciado.

(Opinión de Wara)

sábado, 21 de junio de 2008

La elegancia del erizo


Autor: Muriel Barbery
Editorial: Seix-Barral
Colección: Biblioteca Formentor
Genero: Novela
Páginas: 368 págs.


Una historia que iba para cuento pero que se malogró: esta es la impresión que me ha dejado la lectura de La elegancia del erizo. El principio de la novela es bien prometedor: tenemos a Renée, portera de un palacete parisino donde vive la flor y nata de la burguesía de la capital francesa; portera de cultura enciclopédica que ella intenta esconder por todos los medios bajo una falsa capa de vulgaridad. Y tenemos también a Paloma (cuyo nombre no sabremos hasta el final), la superdotada hija menor de una de las familias del edificio, y que comparte con Renée el profundo desprecio hacia su familia y sus vecinos, aunque la portera y la niña nada sepan la una de la otra. A partir de aquí, los pensamientos y las incidencias de ambas se van alternando para mostrarnos el caleidoscopio humano en el que se mueven los personajes, hasta que la llegada de un nuevo vecino desencadene una serie de acontecimientos que llevarán la novela a su inesperado final.

¿Cuál es entonces el problema? El problema es la autora, que no puede dejar que sus personajes sigan su propia lógica interna y se empeña en introducir reflexiones, sucesos y acciones que van de lo incongruente a lo ridículo. ¿A qué viene el temor visceral de Renée a que los inquilinos descubran que lee a Tolstoi? ¿Cómo es posible que Paloma sea capaz de reflexionar sobre las inclinaciones políticas de sus padres con una madurez inaudita, para a continuación reaccionar de una manera pueril propia de la niña de doce años que es? Y la juventud universitaria descerebrada, y la población campesina embrutecida... Y entre tanta idea profunda, tanta lectura sesuda y tanta apología de todo lo japonés, Muriel Barbery parece olvidarse de que está escribiendo una novela. Para desgracia del lector interesado, que empieza leyendo un cuento para terminar con una especie de panfleto entre las manos.

(Opinión de carmenneke)

domingo, 15 de junio de 2008

Viajes por el Scriptorium



Autor: Paul Auster
Editorial: Círculo de Lectores
Número de páginas: 172
Género: Narrativa



Míster Blank está encerrado en una habitación. No recuerda quién es. Sobre el escritorio hay muchos papeles, mucha cantidad de documentos, fotografías viejas, etc... No sabe que le vigilan y tampoco entiende que hace en esa habitación encerrado ni porqué ha llegado hasta allí.

Acabo de terminar el libro Viajes por el Scriptorium de Paul Auster. Cierta persona, me dijo antes de que yo lo empezara, que era mejor que leyera otros libros de Auster antes de leer este, pero no le hice caso, y me lancé a su lectura. En definitivas cuentas era el primero de este escritor que caía en mis manos.
Ante todo tengo que decir que me ha resultado muy fácil leerlo; su lenguaje es sencillo, nada enreversado y apenas cuenta con 172 páginas, en las cuales exprime un día de un anciano encerrado en una habitación y sometido a un tratamiento. A pesar de ser sencillo, al concluirlo me he quedado con una sensación extraña de no haber comprendido nada de lo que trata, y ahora mismo tengo todos los nombres que salen en él liados unos con otros...

No sé mucho de la vida y obra de Auster, pero me atrevería a decir, que este libro tiene algo de autobiográfico. Creo que ha intentado explicar la creación ficticia de los diferentes personajes que ha hecho y también dejarnos con la duda entre lo que es la verdad, es decir, lo real y lo ficticio...

Este libro, de haberlo entendido y de haber comprendido totalmente su función, su finalidad y su trama habría pasado a la lista de los mejores libros que he leído, pero como no ha sido así, necesito de una segunda lectura para asimilar lo que Auster ha querido plasmar en sus letras.
(Opinión de India)

domingo, 8 de junio de 2008

Paradero desconocido



Autora: Katherine Kressmann
Editorial: RBA
Colección: Narrativa
Páginas: 88


"Novela escrita en 1938, poco antes de que comenzara la segunda guerra mundial por Katherine Kressmann, escritora estadounidense. Escrita bajo seudónimo porque era, según la nota final del libro, "demasiado dura para aparecer firmada por una mujer", por lo que además de su apellido utilizó el de su marido Elliot Taylor. Se publicó con gran éxito en Inglaterra en 1939, pero ese año Hitler ya dominaba Europa y el libro desapareció. No volvió a reeditarse hasta 1995.

Se trata de una sucesión de cartas que se escriben dos amigos, Martin Schulse alemán y Max Eisenstein judío norteamericano, cuando el primero vuelve a Alemania junto con su mujer y sus hijos. Las primeras cartas son cordiales, nada hace pensar que el giro que está dando Alemania con Hitler al poder vaya a truncar dicha amistad, pero ante el estupor de Max, Martin cambia. Trabaja para el gobierno y se deja arrastrar por la pasión de crear "una sociedad mejor" defendiendo que el fin justifica los medios. Hay un personaje, Griselle, que aunque no escribe ni recibe ninguna de las cartas, es el eslabón principal entre ellos y también su punto de ruptura. La primera vez que leí estas dos palabras: "Paradero desconocido" dentro del texto se me puso la piel de gallina. Tengo que decir también que me ha sorprendido el final, no puedo decir que la venganza fuera dulce.

Se ha escrito mucho sobre el holocausto nazi, pero este libro, con tan sólo 73 páginas nos enseña, a través de unas cartas, cómo la gente a la que le tocó vivir esa parte de la historia va cambiando y se va introduciendo en lo que, al final, se convirtió en un horror."

(Opinión de Edda)