
Autor: William Maxwell
Páginas: 224
“Vinieron como golondrinas” fue publicada en 1937 y como el propio Maxwell explicó, la historia viene a ser como una especie de círculo concéntrico expansivo, como los creados cuando tiras una piedra a un estanque; si tiras una segunda piedra, se forma un segundo círculo, y con una más, habrá un tercer círculo expansivo antes de que las aguas del estanque recuperen la calma por la fuerza de la gravedad.
Con un punto de partida autobiográfico, es la historia de una familia americana, donde la madre (Elizabeth) representa el centro del mundo para su marido y sus dos hijos, de 12 y 8 años respectivamente. Es una historia que transcurre en un breve periodo de tiempo, al final de la primera guerra mundial, cuando la conocida como “gripe española” representaba una terrible amenaza para la población norteamericana.
La historia se divide en tres partes o libros, en los que asistimos a la visión que cada uno de los miembros de la familia tiene de la figura de la madre, siempre omnipresente.
LIBRO 1: Bunny, 8 años.
Es el capítulo más largo, en el que se describe la casa, donde conocemos a los miembros de la familia, todo desde la perspectiva de un niño de 8 años, sensible y poseedor de una portentosa imaginación que en un momento determinado, al acudir a cumplir un recado de su madre, ve que la dueña de la tienda “tiene los ojos llenos de matemáticas”.
LIBRO 2: Robert, 12 años.
La gripe deja de ser una amenaza, hace acto de presencia, como algo físico de lo que no se puede huir. Las iglesias se cierran, los niños no van al colegio, ni siquiera salen de casa.
LIBRO 3: James.
Si Elizabeth no está, las cosas quedarán sin hacer. Siente que su vida era todo cuanto ella quería, cuanto ella dispuso para su futuro común.
De principio a fin asistimos a un reposado deslizarse de esta familia hacia lo inevitable; desde Bunny que en algún momento siente un escalofrío, como un presentimiento de que algo irá mal; o Robert, que no puede dejar de pensar en cómo su madre contravino las recomendaciones médicas, cómo siente el peso de la despedida de sus padres que se produce con un solo adiós, sin emoción ni un abrazo. O James, los hechos consumados, cómo da una y mil vueltas al por qué no fueron las cosas de otro modo… si acaso hubieran tomado otro tren para ir a la ciudad donde Elizabeth debía dar a luz a su tercer hijo.
Pero al final el estanque recupera la quietud, todo ira bien. Se produce el orden, cada cosa toma su lugar, cada persona su determinación. Hay una aceptación.
El papel femenino, el eje central de la familia será adoptado por otra mujer, la tía Irene, que renuncia a sus propias equivocaciones para educar a los niños como la madre, Elizabeth, querría que fueran educados.
Al terminar la lectura de esta historia sencilla, entrañable, y cerrar el libro, lo dijo Martín Piedra, sientes como si William Maxwell nos hubiera acariciado.
(Opinión de Wara)
1 comentario:
Me ha alegrado mucho llegar a tu blog y encontrar esta entrada sobre Vinieron como golondrinas, de William Maxwell. Tu opinión nos ha parecido muy interesante y por ello nos gustaría debatirla contigo en el club de lectura, y que nos recomendases un libro para una próxima lectura.
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