jueves, 21 de octubre de 2010

Un mundo (in)feliz


Autor: Aldous Huxley
Título original: Brave New World
Año publicación: 1932


Entre las muchas preocupaciones del ser humano sigue estando, prácticamente desde tiempos inmemoriales, la preocupación por el futuro. ¿Qué nos espera? ¿Hasta dónde llegaremos? ¿Cuáles son nuestras posibilidades? Y muchas han sido las respuestas que se han dado a estas preguntas, bien desde la Ciencia (casi siempre, respuestas relativamente optimistas), bien desde la Literatura (estas más inclinadas al pesimismo). Aquí nos ocuparemos de las respuestas de esta última, concretamente, a las respuestas que da Huxley en Un mundo feliz.
¿Cómo es el mundo que nos plantea el autor? Esencialmente, un mundo aséptico, casi deshumanizado, cuyo equlibrio reside en la inmadurez emocional de sus individuos. Esta inmadurez hace que no se generen en los corazones y cabezas de los seres humanos la pasionalidad, el espíritu de crítica y descontento hacia el poder que funcionan como motor básico de cualquier rebelión. Estabilidad ante todo. La estabilidad ha sucedido a todo tipo de aspiración, y cuando esta estabilidad es amenazada por algo, esta amenaza es erradicada de forma silenciosa, bien a través del soma (que adormece los malos sentimientos a través de unas "vacaciones"), o bien a través de la colocación de los individuos problemáticos en otros lugares.
El libro plantea este mundo aséptico, alejado de nuestra realidad actual, en el que, en un momento dado, irrumpe El Salvaje, John, alguien que no ha sido criado o educado en el valor de estabilidad y asepsia que rodea a las grandes ciudades. Esto, que al principio parece no traer grandes problemas, da lugar, conforme avanza la trama, a algunos altercados, ya que John no comprende que los seres humanos no ansíen libertad, que no se sientan alienados al no tener posibilidad de enfrentarse a los aspectos negativos de toda existencia humana (el dolor de una pérdida, el rechazo, el desengaño...), en definitiva, no comprende que lo que tiene ante sí no son más que niños grandes envasados al vacío, incapaces, bien por medios genéticos bien por medios psicológicos, de sentir algo real, ya que los sentimientos son origen de la inestabilidad más primaria (y luego siempre se corre el riesgo de que esa inestabilidad trascienda).
Por tanto, ese mundo feliz en realidad no lo es tanto, ya que la felicidad de la que se habla es una felicidad que proviene únicamente de la satisfacción de los placeres más banales, y cuando esos placeres no son suficientes y se siente la insatisfacción de no tener una vida completa (con alegría y tristeza), siempre queda el famoso soma. ¿Nos interesa una felicidad basada en una vida dentro de una urna de cristal? ¿Es suficiente el no padecer casi enfermedades y tener casi todo lo que se quiere cuando se quiere para vivir felizmente? En última instancia, ¿seríamos capaces de sacrificar la esencia de nuestra humanidad y convertirnos en una producción en cadena de carne y órganos? Éstas son las preguntas que la lectura del libro me ha motivado.
Recomiendo el libro como estimulante del sano ejercicio mental de filosofar sobre los pasos que la Humanidad va dando y sobre qué es la felicidad real. Sin duda, a mí no me dejó indiferente esta lectura.

Opinión de LadyRugionaria

lunes, 20 de septiembre de 2010

Ni de Eva ni de Adán


"Por fortuna, sufría: llegué a bendecir aquel dolor, que constituía la última prueba de mi pertenencia al mundo de los vivos. Aquel martirio resultaba sospechoso, ya que había invertido las sensaciones: la estufa me quemaba de frío. Pero era mejor eso que el terrible e inminente momento en el que ya no sentía nada."


Me gusta la buena de Amélie. Es una escritora que sabe plasmar en el papel muchas cosas. Y lo hace de una forma magistral: con precisión y sin estridencias. Sus novelas cuentan, además, con una ventaja de ser cortas. Así que pueden leerse cuando nos apetece mucho leer pero vamos agobiados de tiempo (y por tanto, es tedioso embarcarse en un libro largo) o para desconectar entre dos libros que exijan tiempo. Leer a Amélie Nothomb es hacer un parón en nuestra vida. Son 3 o 4 horas dedicadas a disfrutar leyendo sobre un mundo descrito con pinceladas de humor y ternura, casi siempre contado en primera persona...

Lo último que he podido leer de Nothomb es "Ni de Eva ni de Adán". De todo lo que he leído de esta escritora (algunos libros han sido comentados en este blog), esta novela ha sido quizás la que menos me ha gustado. El comienzo es como el de sus otros libros anteriores: una frase sencilla que te atrapa y te anima a continuar. Esta vez, Amélie nos deja entrever en la primera frase que "Ni de Eva ni de Adán" es una novela autobiográfica, pues nos dice que decidió que la mejor forma de aprender japonés era enseñando francés. Por eso puso un anuncio, lo que le permitió conocer a Rinri, un chico un año menor que ella, con el que empezó dando clases de francés y con el que acabó visitando el monte Fuji, símbolo ancestral de lo que representa Japón.

Aunque "Ni de Eva ni de Adán" ha sido escrito después de "Estupor y temblores", la descripción del os hechos le precede en el tiempo. En "Ni de Eva ni de Adán", Amélie nos cuenta sus primeros pasos en Japón. Cómo se ganaba la vida siendo una veinteañera y cómo era su vida antes de trabajar en la empresa descrita en "Estupor y temblores". Amelié nos habla de sus momentos compartidos con Rinri, nos hace una descripción del mundo nipón y nos lleva de la mano a descubrir la mentalidad de sus habitantes.

A mi juicio, el libro tiene un comienzo prometedor (la historia de amor entre Rinri y Amélie), pero creo que va perdiendo fuelle. Aunque la tensión se recupera de nuevo en las últimas 15 páginas, en las que Amélie debe decidir entre dejarse llevar o cambiar el rumbo de su vida tomando una dolorosa decisión, recomendaría este libro sólo para pasar un rato entretenido y ameno, a los seguidores de Nothomb. A quienes no la han leído, les recomendaría que lo hiciesen. Pero quizás deberían empezar por otros libros.

miércoles, 14 de julio de 2010

La sonrisa etrusca


La sonrisa etrusca
José Luis Sampedro

Editorial Alfaguara

347 páginas


Llevaba tiempo sin leer a escritores españoles, así que estuve mirando cosas que pudiesen motivarme. Buscaba algún escritor español “clásico pero reciente”, alejado de Pérez Reverte o Ángeles Caso, que están ahora de actualidad porque acaban de publicar sus últimas novelas. Me acordé entonces de José Luis Sampedro, un autor que conocía por mi compañero de piso hace 6 años (un chico enamorado de “La vieja sirena”) así que me decidí a buscar algo del escritor y acabé eligiendo “La sonrisa etrusca”.


El título del libro se debe a la escena inicial, en la que un viejo campesino está de visita en un museo, viendo una escultura etrusca. Al viejo le sorprende a sonrisa de uno de los personajes, que sostiene al otro entre sus brazos. Fuera de esa escena, no se vuelve a hacer mucha referencia a la escultura en el libro, si bien existe en el lector esa sonrisa de forma casi permanente en muchos pasajes del libro.


La trama de la novela se desarrolla en Milán, lugar hasta el viejo se traslada para que se le haga una exploración médica. Viviendo en casa de su hijo y su cuñada, el viejo campesino empieza a convencerse de que poco tiempo le queda de vida, y vive detestando las costumbres del norte de Italia, tan bulliciosa y alejadas del modo de vida de su Calabria natal. Pero, poco a poco, el viejo va encontrando motivos para la esperanza en su nieto, recién nacido, a quien se propone enseñarle todo lo que él sabe de la vida. Sus deseos por inculcar sus enseñanzas a su nieto, que sonríe sin apenas entender lo que le dice su abuelo, y el amor redescubierto por el viejo campesino en una tendera del barrio, servirán para que su energía no se agote del todo y para que la Rusca (un cáncer que tiene), se le haga más llevadero. Además, el viejo Salvatore tiene otro motivo para vivir: se ha alejado de su pueblo, donde un conocido suyo (con quien está enemistado) está a punto de morir. Sobrevivir más que su eterno enemigo es un reto personal.


Este es un libro maravillosamente tierno. Es un libro que habla de un hombre que se resiste a morir y que vive sus últimos días, tratando de inculcar valores a su nieto, que probablemente acabe olvidándose de todo. Un viejo que ha descubierto el amor de nuevo y que sabe que su vida se agota...


lunes, 21 de junio de 2010

Todo se desmorona


Autor: Chinua Achebe
Título Original: Things fall apart
Editor: Debolsillo
Fecha de publicación: 14/05/2010
ISBN: 9788499082691


Chinua Achebe nació en 1930 en Nigeria, aunque su obra está escrita en inglés. Su novela, Todo se desmorona, es una de las novelas africanas más leídas en el mundo y ha vendido millones de ejemplares. Pero, a pesar de este éxito, la novela no estaba disponible en español (bueno, miento. Había sido publicada en español, pero estaba descatalogada. Lo sé porque un amigo mío me la recomendó hace años y he estado tratando de comprarla sin demasiado éxito durante todo este tiempo.)

El caso es que hace un mes me crucé con un ejemplar de Todo se desmorona en un gran centro comercial. Según he podido leer más tarde, la editorial debolsillo ha reeditado la obra completa de Achebe. Francamente, si el resto de su obra está a la altura de Todo se desmorona, creo que les va a merecer la pena la reedición.

En Todo se desmorona se nos relata la vida de Okonkwo, un guerrero reconocido en su tribu y los alrededores por haber logrado vencer hacía años al más famoso luchador de la región. Okonkwo, reconocido por su clan, ha sobrevivido al carácter de su padre (que acumuló deudas hasta su muerte y era mal visto por el clan). Okonkwo se ha formado su propia fortuna a base de esfuerzo y trabajo, y su carácter recto le ha servido para educar a sus hijos con rigidez y ganarse el respeto de los suyos. A través de la vida de Okonkwo y su historia, Chinua Achebe nos va describiendo perfectamente la cultura originaria igbo: sus ritos, costumbres y modo de vivir… A través de las páginas vamos descubriendo con placer las tradiciones de las tribus nigerianas, su culto a los dioses y sus creencias en la madre tierra… pero algo va a ocurrir y hará que todo se desmorone: la llegada del hombre blanco a Nigeria.

Creo que es de lo mejor que he leído últimamente.



martes, 18 de mayo de 2010

Tres Vidas de Santos


Autor: Eduardo Mendoza
Editorial: Seix Barral, 2009
Encuadernación: Tapa Blanda

El último libro de Eduardo Mendoza, Tres Vidas de Santos, es una recopilación de tres cuentos, que difieren en ambientación y extensión, aunque todos tienen el sello inconfundible del autor: una escritura precisa y en apariencia compleja, pero divertida y fácil de llevar.


A mí la historia que más he gustado ha sido la primera, titulada La Ballena, que está ambientada en Barcelona. El cuento arranca cuando se produce en la ciudad catalana un encuentro mundial de altos cargos eclesiásticos. Una familia catalana, con aspiraciones de pertenecer a la clase burguesa, decide ofrecerse voluntaria para alojar en su casa a un obispo sudamericano, al que esperan impaciente durante las primeras páginas del cuento. Cuando se produce el encuentro, el obispo resulta ser menos imponente y más reservado de lo que todos esperan. Rechoncho, moreno de piel y siempre ausente, la familia apenas se relaciona con el prelado, más pendiente de descansar tras los ajetreados días de reuniones con otros obispos. El giro en la historia se produce cuando, terminado el encuentro eclesiástico, el obispo debe volver a su país de origen, en el que hay conflictos políticos por lo que tiene que retrasar su marcha a Sudamérica. Lo mejor del cuento, a mi parecer, es que los personajes están muy bien dibujados a partir de entonces, y todos ellos interactúan mezclando sus miedos y sus deseos.


El segundo cuento, El final de Duslav, es quizás el peor de todos y está ambientado en África, donde Duslav recibe un telegrama con la noticia de que su madre ha muerto. El telegrama informa también a Duslav sobre la entrega de un premio en Europa, hasta donde Duslav decide viajar para recogerlo en nombre de su madre. Por el camino, Duslav reflexiona sobre la vida y termina expresando su opinión sobre el mundo en el discurso que da cuando recoge el premio. Como el cuento es corto, tampoco hablo demasiado de él, pero creo que es un poco insulso, quizás lo menos “Eduardo Mendoza” que he leído en Tres Vidas de Santo.


Creo que el tercer relato es el más “amigable” y el que quizás pueda gustar a más gente porque el autor se sumerge en las aventuras del que más tarde será su personaje de novelas policíacas. Con él, nos metemos en la cárcel, donde una profesora de literatura recorta textos para que los reclusos los lean y discutan en sus clases. La tarea es sencilla para todos, y la profesora sabe que la mayoría de los alumnos están allí para mejorar su imagen y reducir su condena por buen comportamiento, por lo que toma sus responsabilidades con cierta dejadez y monotonía. Si bien en este curso hay alguien extraño, alguien distinto que tras el primer día de clase, reconoce que el texto que tenían que leer “está bien, pero le faltan trozos. Es como si la historia no estuviese completa…”. La profesora recorta los textos a conciencia para hacerlos más llevadores pero ningún recluso lo ha notado jamás en sus años de profesión. Además, el recluso es neófito en la lectura y reconoce que jamás había sentido antes interés por la misma. ¿Cómo ha descubierto que al relato le faltan trozos? Sencillamente, tiene un don para leer, así que poco a poco, el alumno va sintiendo interés por la lectura, y llega a hacerse responsable de la biblioteca… Lo que resulta a partir de aquí, es fácilmente imaginable, pero lo dejo para lectores interesados.


sábado, 8 de mayo de 2010

Oscura Monótona Sangre



Sergio Olguín
NARRATIVA

Novela;

Marzo 2010

Tusquets Editorial;

192 pág.

ISBN: 978-84-8383-224-0


“Camino de su empresa en las afueras de Buenos Aires, a Julio Andrada le gusta tomar todas las mañanas, si va solo, la Avenida Amancio Alcorta porque se adentra por barrios humildes que le recuerdan su procedencia y, sobre todo, le devuelven la medida exacta de su éxito y su ascenso social. Un día en una comida azarosa Julio no puede evitar oír la conversación y las bromas de unos camioneros sobre el mercado sexual en uno de los barrios próximos a su trayecto habitual. Como reconocerá él mismo, ese día será el principio del fin. Guiado por una pulsión desconocida, Andrada se sorprenderá acudiendo al atardecer en coche y contratando los servicios de Daiana, una adolescente que le provocará una oleada incontenible de deseo. Y quien ha sido un vecino y empresario modélico, preocupado por la buena imagen de la familia y atento a la comunidad, organiza con aplomo y fría inteligencia su doble vida. Poco a poco la situación precisa de decisiones rápidas y de comportamientos cada vez más resolutivos y comprometidos.”

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La novela, V premio Tusquets editores de novela, refleja una realidad de un grupo social que se ha convertido en juez moral de la sociedad, los que se hicieron ricos gracias a la especulación financiera e inmobiliaria y contratos fraudulentos con el Estado., La historia te hace reflexionar sobre una sociedad que se mueve entre una miseria denigrante y la opulencia desvergonzada. Aunque desarrolla en Buenos Aires, no he podido evitar encontrar semejanzas con cierto sector de la sociedad española.

Sergio Olguín dice que escribe rápido para que se lea rápido que es como le gusta que se lean sus libros. Realmente lo consigue, el libro tiene una lectura rápida y la historia engancha desde la primera página.

[Opinión de Anjanuca]

miércoles, 21 de abril de 2010

La ciencia y la vida


Autores: Valentín Fuster y José Luis Sampedro.
Editorial: Plaza y Janés
Año Edición: 2008


Cuando el Dr. Fuster le salvó la vida a José Luis Sampedro en el Hospital Monte Sinaí de Nueva York, entre ambos surgió algo más que una simple relación entre médico y paciente. Desde entonces siempre han mantenido, con una emotividad especial, apasionadas y apasionantes conversaciones sobre el papel que han de desempeñar tanto la salud y la ciencia como el humanismo y la sabiduría.


Este libro es el fruto de las conversaciones mantenidas por ambos en presencia de Olga Lucas, que ha "traducido" lo oído, vivido y percibido durante tres intensos días. Apoyándose en sus experiencias personales y profesionales, con una intención decididamente divulgativa, nos hablan de la salud como estado de equilibrio corporal y emocional, de educación y realización personal, del valor del esfuerzo y la ética del deber, del amor y el apoyo del "otro", del papel de la juventud y de los que están en la "segunda vida", del afán de trascender... en definitiva, de la ciencia y la vida.


Dos hombres, de formación distinta pero radicalmente complementarios, se unen en este libro, tan inclasificable como necesario, con el fin de compartir sus conocimientos y experiencias para promover la salud y estimular el papel del individuo en nuestra sociedad. Porque sólo desde la trasmisión de la salud y del saber se puede, y se debe, conseguir un mundo mejor.



Estas palabras de la contraportada del libro resumen con acierto el contenido de un libro que me ha descubierto la parte humana, social y sabia de dos personas que han llegado a ser mundialmente famosas por los logros obtenidos en sus profesiones: Valentín Fuster, director del instituto cardiovascular del hospital Monte Sinaí de Nueva York, y José Luis Sampedro, catedrático de Estructura Económica, miembro de la Real Academia Española y uno de los escritores de mayor prestigio y popularidad de nuestro país.

La lectura de estas conversaciones entre estos dos amigos ha sido de lo más gratificante e intensa. En palabras del señor Sampedro, para dialogar “parar”. Y eso es exactamente lo ellos han hecho, “parar” para conversar con sabiduría sobre diversos temas relativos a la sociedad en que vivimos y que nos afectan a todos. De verdad que os animo a leer “La ciencia y la vida” porque estoy segura no os dejará indiferentes.


[ Opinión de Anjanuca ]