lunes, 17 de marzo de 2008

Un pequeño inconveniente


Autor: Marx Haddon
Editorial: Alfaguara
Colección: Literaturas
Publicación: Septiembre 2007
Páginas:
488


El principal problema de "Un pequeño inconveniente" reside en el reciente éxito de su escritor, que con “El curioso incidente del perro a medianoche” rompió, a mi juicio, muchos esquemas literarios con una magistral historia, llena de sensibilidad, sentido común y ternura. Por tanto, menospreciar "Un pequeño inconveniente" resulta fácil, sobre todo porque es un libro menor en cuanto originalidad y fuerza literaria, si bien cuenta a su favor con un magnífico desarrollo de los personajes: es fácil imaginarse qué hacen en cada momento o sentir cómo son sus vidas; porque, sin ser muy descriptivo, Haddon consigue que las escenas relata se impregnen de una cotidianidad extrema. Al fin y al cabo, deduzco que su intención no es más que esa: conducir al lector hacia un ambiente familiar en una casa londinense, donde vive, aparentemente feliz, el matrimonio Hall.

George, cabeza de familia y recién jubilado, descubre un día un pequeño bulto en su cuerpo, que lo alarma sobremanera aunque decide no comentarlo con su esposa Jean, que guarda también un secreto ya que está siendo infiel a su marido con uno de sus mejores amigos. Los hijos del matrimonio, Katie y Jamie, poseen también vidas corrientes y aparentemente monótonas, ya que ella está divorciada y a punto de casarse por segunda vez, mientras que él es un homosexual que no acaba de aceptarse.

Todo este cúmulo de personajes y sentimientos permiten a Haddon desarrollar la novela de un modo entrañable, aunque considero que no termina de engancharme del todo. El comienzo se hace difícil porque no terminas de hacerte con los personajes y el final, que obviamente no desvelo, puede resultar previsible ppara muchos. A mí, sinceramente, me resultó un pequeño inconveniente terminar de leerla aunque la idea inherente a la novela me parece buena.

3 comentarios:

Carmen Neke dijo...

Discrepo bastante de tu lectura de "Un pequeño inconveniente". Desde luego, no lo considero un libro menor en absoluto. Y la temática tampoco discrepa tanto de la de "El curioso incidente...", aunque es su reflejo inverso: en su primera novela el autor nos hablaba de un autista que intentaba hacer una vida normal. Aquí nos habla de una familia supuestamente normal cuyos miembros se relacionan entre sí como verdaderos autistas.

Lo fundamental de esta familia es todo lo que no se habla: el padre no habla de su enfermedad, la madre no habla de su romance con un ex-compañero de trabajo del marido; nadie habla de la homosexualidad del hijo, ni de la antipatía que todos sienten hacia el nuevo novio de la hija, de una categoría social inferior a la suya. Pero todo este silencio termina siendo ensordecedor, y es el detonante de todos los conflictos que van a afectar a los personajes. Es, en suma, el retrato de una familia completamente disfuncional por su seguimiento de las normas sociales a la inglesa, donde hablar de ciertos temas, situaciones y sentimientos es algo que "no se hace". A mí el libro me gustó, y mucho.

Anónimo dijo...

Hola carmenneke. Sé que te gustó mucho el libro y aunque estoy de acuerdo contigo en lo que se refiere a la temática general del libro, no terminé de enganchar con la familia Hall.
Para empezar, creo que al libro le sobran páginas (esa misma historia en un cuento queda mucho mejor). Además, para mi el problema no es lo que cuenta, sino cómo lo cuenta. Durante las primeras páginas se me hizo muy difícil entender quién era cada uno de los personajes (eso por no criticar al traductor, que podría haberse esmerado con algún que otro pie de página, pero bueno)... Y luego el desarrollo de personajes secundarios (como el que va a casarse con Katie) sobrepasa con mucho al desarrollo de personajes principales. A mi juicio, no existe en George una cierta evolución como la que se da en el resto de familiares.
En definitiva que a mi la idea me ha gustado mucho, pero el libro me pareció mejorable. De todos modos, espero que no tomes a mal las discrepancias, que eso de discutir y hablar de libros me resulta muy enriquecedor sobre todo viendo tu análisis del mismo.

Carmen Neke dijo...

Hola jerrewell gracias por tu mensaje, no tengo ningún problema con las discrepancias en cuanto a gustos, ¡al contrario! Me encanta discutir de libros, cuantas más opiniones mejor.

Leyendo tu mensaje me he dado cuenta de que un factor fundamental en nuestros diferentes puntos de vista es que yo me leí el libro en versión original, y es posible que muchos matices se perdieran en la traducción.